Los tiempos son difíciles para los 26 integrantes de la Asociación de Cabañas Turísticas “Desembocadura del río Portoviejo”, ubicada en el sector La Boca de la parroquia Crucita.
La pandemia los ha golpeado directamente, debido a las restricciones de movilidad que impiden la llegada de turistas a este balneario. Domingo Lucas, integrante de este gremio, señaló que sin visitantes no hay ventas y sin ventas no hay ingresos económicos.
“Estamos sobreviviendo. Nuestros únicos clientes son los trabajadores de la vía”, dijo el comerciante en referencia al personal del consorcio Los Ranchos, que tiene a su cargo la ampliación y reconstrucción de la carretera Los Arenales – La Boca, de 7.1 km; obra contratada por el Gobierno de Manabí, por 1.8 millones de dólares.
Pese a la adversidad, dijo que mantienen la esperanza de mejores días. Esperan que para el último trimestre del año se haya controlado la pandemia y, para entonces, lleguen más turistas gracias a que estos contarán con una carretera de primer nivel, asfaltada y con ciclovías.
“Vamos a prepararnos para promocionar La Boca, porque con esta vía cualquiera puede venir con su familia a disfrutar de la playa y nosotros podremos reactivarnos económicamente”, manifestó.
Lucas también se mostró agradecido con la Prefectura por la construcción de muros de piedra escollera para reforzar la zona donde están ubicadas las cabañas. Esto evitó que él y sus compañeros perdieran sus lugares y herramientas de trabajo, debido al fuerte oleaje.
La reconstrucción de la vía Los Arenales – La Boca, tiene un avance físico del 27%, según Marlon López, superintendente de la obra. “Estamos avanzando sin ningún inconveniente. Hemos intervenido en 6 km en los que ya hemos colocado la capa de mejoramiento y 2 km de subbase, y seguimos con estos trabajos para posteriormente colocar la capa de base”, explicó.